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Estos días presentamos en los chigres y establecimientos de alimentación la primera sidra natural Sin Alcohol con el sello Trabanco. Con esta arriesgada apuesta no buscamos arrinconar a la sidra de toda la vida, sino reforzar la cultura sidrera asturiana y que quien deba o desee prescindir del alcohol, pueda seguir bebiendo y disfrutando alrededor de un culín.

Sidra Trabanco Sin Alcohol, “la alternativa sidrera”, permite a todo el mundo participar en lo que significa una botellina en nuestra tierra. No solamente sacia la sed, sino que invita a compartir, forja hermandad y nos hace a todos participes de la diversión que siempre existe en torno a una caja de sidra, sea el momento que sea, de alterne en la sidrería o en la folixa de una fiesta de prau.

Sabedores de que esa comunidad no se establece con una cerveza o un refresco, en Sidra Trabanco queremos apoyar lo nuestro, brindando esa oportunidad a quien hasta ahora tenía que “ser formal” y renunciar a esa proximidad celebrando con otro tipo de bebidas.

Esta sidra no contentará únicamente a aquellos que renuncian a unos culinos por tener que coger el coche después, sino también a quienes hasta ahora no la consumían porque no se lo permitía su dieta. Sus solo 42 kilocalorías por botella frente a las 358 de la sidra natural con alcohol, son la mejor baza para disfrutar de un aperitivo, una tarde de sol o una romería, escanciando “sin remordimientos”.

El alcohol se elimina de la sidra natural por un método físico de evaporación, calentándola de una forma regulada y muy poco invasiva, procedimiento que toda la vida se ha utilizado en la destilación para separar los alcoholes en otras bebidas. De esta forma, no perdemos las propiedades de la bebida original y obtenemos una graduación de 0,5%, 12 veces menos, sin apenas diferencias organolépticas respecto a la sidra natural conocida por todos.

De hecho, en Sidra Trabanco hemos dedicado varios años a la investigación de este proceso de desalcoholización. En ese tiempo hemos conseguido obtener algunas respuestas, como la maduración y frescura de la sidra a utilizar, con más o menos fruta y según la época del año, así como el tiempo y las temperaturas ideales para eliminar el volátil en la evaporación. Todo hasta dar con el momento y método exactos para conseguir la mejor sidra posible y de la forma más natural.

No fue hasta entonces, después de estar seguros de haber dado con una sidra que cumple los altos estándares de calidad a los que en Sidra Trabanco tenemos acostumbrados a nuestro público más fiel, que decidimos por fin dar el paso de presentar una sidra sin alcohol.

Por esta razón es que quienes la han probado no notan apenas diferencias con la sidra natural con alcohol. Sí la encuentran más ligera, más suave y muy fresca. Se trata de una sidra que hace buen vaso, con buen pegue y rosario de espuma, que al paladar resulta afrutada y con cierto retrogusto cítrico.

En resumen, Sidra Trabanco Sin Alcohol es una sidra natural desalcoholizada de gran calidad, que responde a la demanda cada vez mayor de consumidores que no toman alcohol, y que llega para llenar el vacío que obligaba a los asturianos y amantes de la sidra a buscar alternativas sin contenido etílico, lejos de nuestra bebida regional más representativa.

Para todos ellos, sabiendo que muchos sufrían por no poder tomar un culín, va dedicada esta sidra.