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Cada vez que llevamos nuestra cultura sidrera más allá de nuestras fronteras nos emociona ver la gran acogida que tiene. Más de 20 clientes de nuestro importador en China nos visitaron el pasado mes de junio para conocer de primera mano nuestra historia y cultura sidrera asturiana. Un viaje en el que recorrieron otras regiones españolas y europeas para descubrir su gastronomía y llevarla a su país en forma de productos agroalimentarios. 

Asturias ya forma parte de esas regiones de interés gastronómico fuera de España y así también nuestra sidra se convierte en un referente con gran éxito. En los últimos tiempos, China está apostando por nuestro producto dada su gran acogida en el país. 

Esto coincide además con las conexiones que Gijón ha establecido en las últimas semanas con China. Desde el Ayuntamiento de Gijón, nos han invitado a participar en una mesa de trabajo creada con otros empresarios de la ciudad, así como FADE, Universidad de Oviedo y Camara de Comercio de Gijón. Se trata de un proyecto en el que las empresas ya participantes pretenden poner en contacto al tejido empresarial gijonés que pueda estar interesado con la región china de Yantai, con la que el gobierno municipal ha cerrado un acuerdo de colaboración para estrechar lazos y crear sinergias y oportunidades.

Por nuestra parte, la apuesta en China ha comenzado a penas hace un año, tras varios años de burocracia y complejidad administrativa y aduanera, hasta poder por fin enviar los primeros pedidos. Nuestro importador nos contactó con la firme idea de ser nuestra representación en la zona y desde entonces no ha escatimado en esfuerzos para dar conocer nuestra bebida más representativa y mas asturiana. 

El importador ha elaborado un plan de posicionamiento en la zona, donde entre otras acciones asistieron a la Feria Internacional de Alimentación China Food & Drinks Fair con nuestra sidra. Además ha creado una gama de productos de merchandising, especialmente adaptados a la cultura del país asiático, donde nos hace especial ilusión ver nuestro clásico e histórico logo de Trabanco acompañado por la típica tipografía china. La combinación resulta de lo más llamativo y curioso y nos hace pensar en que pensaría Emilio Trabanco, bisabuelo y fundador de Sidra Trabanco en 1925, si viera su sidra y apellido tan lejos de casa. Estamos orgullosos de haber conseguido que nuestros productos vayan desde Lavandera al mundo, desde una familia sidrera y rural con más de 100 años de historia hasta las culturas más lejanas y exóticas.

Además de estar muy orgullosos, nos sentimos con una gran responsabilidad por transmitir los valores de tradición, de pueblo y de cultura sidrera asturiana, a través de nuestra sidra a las personas que quieran conocerla y adentrarse en ella.

Por todo ello, preparamos esta misión comercial, recibiendo en nuestro pueblín a nuestros invitados chinos con una presentación de productos y cata dirigida y con una comida en el llagar, rodeados de toneles para descubrir juntos también nuestra gastronomía regional.

Para nosotros es muy importante el escenario y mostrarles nuestro pueblo, paseando por sus caminos, cruzándose con nuestros vecinos y sus labores diarias con vacas y mucho más y haciendo protagonistas a los toneles de madera en la bodega original en la que fundamos nuestra casa, sobre los cimientos de la vieja casa familiar. 

Así disfrutaron de un escenario de piedra con vigas de madera y toneles de castaño con más de 50 años de historia, de sidra espichada desde el tonel y una selección de platos asturianos elaborados con nuestros productos de la huerta a los pies del hórreo familiar y la casería, que también pudimos mostrarles en el recorrido por nuestro pueblo, para poder transmitir la esencia de lo que somos, de lo que está hecha nuestra sidra. Pues nuestra sidra lleva un poco de todo eso y no podría entenderse del mismo modo sin mostrar los valores en los que se sustenta. 

Estamos convencidos de que lo más auténtico y original es, sin duda, con lo que más podríamos sorprender, al fin y al cabo, con lo que nos hace ser nosotros. 

Así quisimos mostrarnos y así lo disfrutaron nuestros visitantes asiáticos. Fue un viaje gastronómico a los orígenes y tradición, con productos de nuestra huerta y recetas de toda la vida, con la grandeza de la sencillez. ¡Siempre orgullosos de lo nuestro!